domingo, 18 de septiembre de 2016

En tiempo de descuento

Querido tiempo, querido tú, si es que puedo tutearte. Dime, cómo se viven los momentos cuando sabes que se acaban, cómo se vive cada rato como si fuese el último que te queda en el bolsillo, como si estuvieran en peligro de extinción, como si fueran a deshacerse  entre tus manos para siempre.  Necesito saberlo, necesito hacerlo bien. Cómo se viven los momentos para aprovechar de ellos hasta su último suspiro a destiempo, para llenarlos de vida, para no dejarlos a medias, para que no te dejen a la mitad. Dime cómo se hace para que no se olviden nunca más, para que perduren sin fecha de caducidad en el tiempo, para que cuando se agoten, para que cuando abras la despensa y veas que los consumiste todos, para que cuando el temporal apriete dentro, puedas volver a ellos, puedas sentirlos en presente, puedas alimentarte de su sabor dulce a recuerdos.

Querido tiempo, querido tú, dame un respiro, no me descuentes las dudas ni lo que me queda en este espacio, y dime, tú que puedes, dime cómo hacer para que este momento no me cueste el olvido, para que no me salga tan caro en el futuro. Cómo lo hago para que se gane la memoria, el preciso espacio de las cosas importantes, la certeza de que cuando vuelva a él para sentir mi hogar, estará esperándome con los brazos abiertos, estará ahí para recordarme que mereció la pena vivirlo, que mereció la pena compartirlo con aquellas personas, que se ha ganado un buen puesto en mi alma, que se ha ganado mi paz. Querido amigo de malas costumbres: páusame la vida. Necesito un poco de cámara lenta. Despacio. Necesito aprovecharme de cada segundo y desnudarlo sin pudor, invertir cada mirada aunque observe de reojo, respirar cada aroma de cada abrazo, escuchar cada sonido como si  la respiración acelerada del miedo a una despedida también formara parte de la banda sonora del momento. Necesito hacerlo bien. Necesito hacerlo lento.

Querido tiempo, querido tú.  Dame un margen, pues no te quiero perder, no me la quiero jugar. Es ahora mi tiempo de descuento y me doy cuenta de lo caro que me cuestas. Es ahora cuando percibo lo justo valorado que estás, si toda mi vida depende de ti. Así que dime, una vez más y por favor, ¿Cómo se viven los momentos cuando sabes que se acaban?



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