sábado, 7 de diciembre de 2013

Silencio


Catástrofe de infinitas imperfecciones con aires de recuerdos bellos en días de Domingo. Ilusos de las más soberanas  tonterías que viven en cabezas repletas de sueños que no conocen límites en este mundo. Colapso de montones de pensamientos, de los más sublimes a los más inútiles, todos y cada uno de ellos, ninguno se queda fuera de este círculo que ensancha con los besos que arden aún en las más heladas horas. Si el reloj se parara, seguiríamos flotando en el tiempo, si el barco se hundiera, seguiríamos flotando en el agua, si tus descaradas manos cesaran, seguiríamos flotando en el aire. Y si pudiera pedir hartura, la pediría contigo. Pero si la altura que alcanzamos no nos basta, volvemos a empezar y dejamos que el escándalo inhumano nos rete. No pienses en nada. Si  vas a pensar en cómo hacer para hacerlo mejor, te dejo, o si prefieres superarme, inténtalo. Pero, no me obligues a servirte el café frío sin azúcar, porque si lo haces, la catástrofe que nos inunda los Domingos se volverá pesadilla. Así que apunta bien esto en tu lista de cosas a olvidar, y recuerda que la dulzura, en momentos, puede más.





                                

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